Para tener un buen desempeño necesitas dos cosas: tener una buena autoestima y ser responsable de tu vida.
Porque si eres responsable, eres la arquitecta y dueña de tu destino. Pero, ¿cómo sabes si eres responsable de tu vida? ¿cómo sabes si tienes la mentalidad de una persona responsable?
Para avanzar con este tema es importante definir esto.
En teoría, una persona responsable es aquella que aprendió a hacerse cargo de si misma. Es decir, que sus padres le enseñaron a ser responsable, que lo alentaron, le dieron confianza en si mismo para avanzar con su vida.
Pero, y ¿si no recibes la orientación desde temprano para ser responsable?
Por ejemplo, a mi me tomó demasiado tiempo entender que yo era la única responsable por mi vida. A mis 30 yo ya era mamá y esposa y se me hacía fácil ser responsable por tareas como cocinar, limpiar, atender a los demás… porque desde niña me educaron para eso.Pero si se trataba de ser responsable por mi vida, se me venía el mundo encima. Entonces me sentía incómoda, me daba miedo, me entraban unas dudas terribles y quería dejarlo todo. Además de que me desquitaba culpando a las personas que me rodeaban.
Esto ocurrió por muchos años hasta que decidí empezar a tomar decisiones. En medio de una fuerte depresión por sentirme atascada en mi vida, entendí que yo era la única persona que podía tomar las riendas de mi vida y eso hice. Ahora cada vez que algo me da miedo y no quiero ser responsable, me digo: ¿Qué es lo peor que puede pasar? Y me lanzo al vacío.
Te cuento esto mi querida empresaria en potencia, porque lamentablemente la responsabilidad no es algo que se pueda evitar. Sea que te sientas preparada o no, como mujer adulta, eres 100% esponsable por el resto de tu vida.
La mente inmadura e infantil
Según la Real Academia Española, una persona responsable es aquella que es madura, formal, que tiene fundamento y juicio.
Sin embago, este tipo de actitudes y comportamientos no son adquiridos automáticamente al llegar a la mayoría de edad. De hecho, los seres humanos repetimos pautas de comportamiento familiares.
Por tanto, si crecimos en un ambiente donde se valoraba la reponsabilidad y la madurez, de esa forma vamos a actuar. Pero, si por el contrario nos convertimos en adultas sin saber cómo ser responsables, eso también se verá reflejado en nuestra forma de ser.
Y justo ahora que escribo esto, me atrevo a asegurar que el segundo escenario es el más común.
Por esto te pregunto lo siguiente: ¿Alguna vez has actuado de forma inmadura con respecto a algún tema? Es decir, ¿has pensado que lo que ocurre en tu vida es responsabilidad de otras personas, de circunstancias fuera de tu alcance e incluso del clima?
Ser responsable es estar dispuesta a cambiar todo lo que no te gusta de la vida. Por esto, una persona responsable no se queja, solo actúa.
Y sé que esto puede ser algo difícil de entender cuando estamos tan acostumbrados a quejarnos.
Por todos lados hay personas quejándose.
- Los adultos mayores se quejan del gobierno.
- Los adolescentes se quejan de las responsabilidades de ser estudiantes.
- Los niños se quejan por no poder ver más televisión o jugar con los teléfonos.
- Los trabajadores se quejan de las injusticias de su trabajo.
- Las mujeres nos quejamos de nuestras parejas.
- Y los hombres, de las cargas económicas del hogar.
Así se convirtió la queja en un lugar común y todo el mundo tiene algo por lo que quejarse.
Podríamos decir que tanto hombres como mujeres, estamos demasiado acostumbrados a quejarnos. Lo que es un comportamiento instalado en nuestros cerebros y que viene de la infancia cuando dependíamos de otras personas.
Con esto lo que quiero decir es que, cuando una persona tiene una dependencia muy prolongada, es decir, que le llevó demasiado tiempo empezar a asumir responsabilidades sobre su vida, esa persona se aferra a la creencia de que para estar segura siempre debe depender de otras personas.
¿Qué crees que ocurre con esa persona cuando cumple entonces la mayoría de edad? Lo más natural es que esa persona no se sienta preparada para asumir la responsabilidad de la vida.
¿Cuál es la diferencia entre ser responsable y no serlo?
La teoría nos dice que los niños desde su inmadurez son irresponsables, mientras que un adulto maduro, puede ser una persona responsable.
Sin embargo, para evolucionar de la inmadurez a la madurez, todos los seres humanos tenemos que dar un salto. Pero no todos asumen la madurez con la misma perspectiva.
Del lado de la madurez están…
- Los que son obligados a madurar, por ejemplo a las mujeres siempre se nos lleva a madurar desde muy temprano porque somos educadas para asumir el manejo del hogar.
- Los que naturalmente se sienten listos para madurar. Estos son los que salen de casa temprano, los que trabajan mientras estudian y los que resuelven desde muy jóvenes que quieren hacer con su vida.
Y por otro lado se encuentran las personas inmaduras que se estancan por años…
- Acá están las personas que quieren que se encarguen de ellos. Entonces se unen en matrimonio esperando que otros los cuiden o aceptan trabajos esperando que sus jefes se ocupen de ellos.
- Luego están los que rechazan la responsabilidad de su vida haciendo ver que otras personas o circunstancias son las responsables de todo lo que les pasa, en su salud, en sus resultados o la falta de ellos.
- El tercer tipo de personas, son las que intentan llegar a la madurez tomando atajos y caminos rápidos a través de las excusas. Estas son las personas que pasan su vida poniendo pretextos y justificaciones a todos lo que hacen, en vez de lograr progresos.
Y así nunca llegarán el éxito.
¿Como ser responsable por tu vida?
Cuando hablamos de emprendimiento, millones de personas en el mundo piensan que quieren hacerlo.
Son miles los que desean hacer realidad sus ideas de negocios y cientos los que hablan de ello.
Pero son contados los que sin importar sus circunstancias de vida o su economía, los que toman acción para lograr lo que desean.
Y ¿por qué pasa esto? ¿Por qué si realmente deseas algo con fuerzas, no eres capaz de asumirlo con responsabilidad?
Muchas pueden ser las razones ocultas detrás de que no hagamos lo que tenemos o queremos.
Es posible que sientas un miedo terrible a fracasar. Podrías justificarte diciendo que otras personas cercanas ya lo intentaron y fracasaron. Podrías pensar que no estás lista, que te faltan conocimientos o habilidades técnicas.
E incluso podrías usar a tus familiares como pretexto para decir que tu pareja no te apoya, que tus hijos están pequeños o que tienes responsabilidades en casa que asumir primero.
¿Cuál es la excusa a la que acudes para no cambiar tu vida? ¿Qué creencias limitantes mantienes para no lograr tus metas de salud, relaciones o de emprendimiento?
Me atrevo a preguntar: ¿Como completas estas frases?
- No puedo hacer esto por…
- Quisiera pero…
- Me gustaría pero…
Es probable que no te des cuenta de esto pero, cuando te acostumbras a tener excusas, siempre existen razones para justificar por qué sigues en el mismo lugar que donde has estado desde hace tantos años.
En realidad, las excusas son esa barrera de protección que impide que mires hacia adentro, que sanes heridas, que hagas las pases con tu pasado e incluso, que descubras fortalezas y seguridades donde no sabían que existían.
¿Qué te hace evitar las responsabilidades?
Una de las leyes mentales de Bryan Tracy, la ley del control, indica que para sentir plenitud y propósito en la vida, debemos controlar todos los aspectos de la vida.
Pero si decides quedar atrás y no asumir la responsabilidad sobre tu vida, estás dejando tu vida en manos de otras personas.
¿Y qué resulta de eso? Allí surgen la depresión y ansiedad.
Por tanto es importante que comprendas esto.
La responsabilidad no es algo que puedas rechazar. Es decir, no puedes tomar un poco de responsabilidad aquí o allá. Es obligatoria si quieres cumplir tu potencial.
Si bien es posible que no aprendieras a ser responsable en tu hogar, ser responsable es algo que no tiene fecha de caducidad. Puedes aprender y comenzar a actuar así cuando lo desees.
Y para empezar a hacerlo necesitas preguntarte: ¿Qué me hace evitar ser responsable? ¿Qué temores, dudas, conflictos emocionales me tienen atada a una mentalidad irresponsable?
Solo conociendo más de tí podrás identificar los pensamientos, sentimientos y emociones que te impiden asumir plena responsabilidad de tu vida.
Mis conclusiones…
Ciertamente, la vida sería más sencilla si a todos nos enseñaran como ser responsables.
Estoy segura que si todos aprendiéramos temprano como ser responsables con nuestra vidas, la idea de madurar y convertirnos en adultos sería menos intimidante.
Pero acá estamos, aprendiendo a ser responsables, lo que va mucho más allá de pagar las cuentas, cuidar de otros y hacer las cosas bien.
La responsabilidad de la que te hablo hoy tiene más que ver con hacerte cargo de tu vida, esta responsabilidad implica cuidarte, atenderte, pararte firme cuando necesitas poner límites. Ser responsable por tí es salir de la mentalidad de que otros tienen que saber lo que necesitas, y empezar a dárte eso que quieres.
Responsabilidad es conocerte tanto como para saber qué quieres hacer con tu vida e ir tras eso. Sin importar lo que el mundo opine, como te juzguen los demás o si lo aprueban.
Eso queda a un lado porque sabes que eres responsable de tu vida y porque, desde la madurez te permites vivir la vida que solo a ti te gustaría vivir.
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